Las yemas de algunos arbustos y árboles producen, el propóleos, para proteger el brote que va a salir de enfermedades y parásitos. Las abejas lo recogen y lo usan sin trasformar para defenderse de agentes externos.
El propóleo, según han demostrado varios estudios científicos, posee muchas propiedades medicinales, entre las que se le reconocen: antibióticas (fungicida y bacteriana), cicatrizantes, antiinflamatorias, analgésicas y anestésicas, entre otras.
SE aconseja para gargantas irritables y frágiles. Muy útil para el cuidado de la piel en las épocas de acné.